Pepitas de chocolate caseras

(REEDICIÓN PARA WORDPRESS. Sep.15)

No se a vosotros, pero a mi, siempre me pasa, o no me acuerdo, o se me terminan, y como ya me cansé de pagar por ellas, las hago yo. ¿Que de que estoy hablando? Hablo de las pepitas de chocolate, esas que solemos echar a las galletas, bizcochos y un sinfín de postres.

Al principio me daba la impresión de que tenía que ser un chocolate especial o algo así, pero a base de probar y experimentar con un tipo u otro, me di cuenta de que valen algunos, aquí os explico lo que hago yo, espero que os sirva también.

Tan solo necesitareis:

Un trozo o una tableta de chocolate de postres, o una tableta de chocolate a la taza (el efecto es muy similar). La cantidad varía, así que, … a gusto del consumidor.
Un mortero o algo similar para «golpear» el chocolate.
Una bolsa de plástico (yo utilizo de las de congelación).

Una vez que lo tenemos todo, vamos al lío.

Es lo más sencillo y de paso desestresante que hay, 😉

Ponéis la cantidad de chocolate que vayáis a utilizar en la bolsa, lo golpeáis a gusto y ….¡listas para utilizar!. Ya están las pepitas de chocolate. Sin complicaciones, lo bueno, es que vosotros mismos podéis escoger el tamaño que os venga bien, (a mi me gusta que sean completamente irregulares). Las podréis utilizar en un montón de cosas, yo las suelo usar sobre todo en los bizcochos a modo de chispitas de chocolate y en las galletas. También podréis hacer lo mismo con las tabletas de chocolate blanco de postres, os quedarán igual de buenas. 🙂

Este es el resultado en unas galletas y un bizcocho.

Espero que os sirva este truquito, si tenéis alguna duda, ya sabéis que estaré encantada de contestaros.

Reedito y añado sep.15: Una pregunta que me habíais hecho.:

Hola le quería preguntar que si al ponerlas en el horno no se derriten??
Muchas gracias por tu interés. Va en función del tamaño de la pepita, las mas chiquitinas si que se quedan derretidas completamente, pero se nota igualmente la textura del chocolate y sobre todo su sabor. Las que son mas «curiosinas» (grandes) mantienen prácticamente su tacto, es decir, se quedan firmes en el interior pero suaves en el exterior al fundir, aunque no se mezclan con el resto de la masa en ningún momento. Espero haberte ayudado, aunque es algo un poco difícil de explicar, te animo a que las pruebes.